En esta ocasión, escogí para reseñar un acetato que en estos momentos realiza movimientos circulares sobre mi tornamesa. Se trata de uno de los álbumes más discretos del Asesino, refiriéndome por supuesto a su contenido, ya que su edición y venta al público se da luego del agitado The Session que le dio enormes ganancias tanto al Killer como a Mercury Records y que además, antecede a Southern Roots, otro de sus materiales de culto.
En esta ocasión, el material es producido por Stan Kesler quien agrega un poco de melcocha instrumental a las 11 melodías del disco, limando la dureza con la que Jerry Lee abordaba sus canciones de corte campirano de principios de los 70’s. La estrategia funciona de alguna manera, ya que el primer sencillo desprendido de este material, la melancólica “Sometimes a Memory Ain’t Enough”, que da título al álbum, se colocó en el #6 de las listas de éxito country en la última semana de septiembre de 1973. La fórmula es la ya conocida: Una canción triste que derrama arrepentimiento y nostalgia que se adecua como anillo al dedo a la voz de un Jerry Lee, pero esta vez, a punto de alcanzar su madurez vocal. Luego, se aborda un corte más acorde a los tiempos, una bailable “Ride Me Down Easy”, que debió haber tenido más difusión en contraste a lo escuchado en esos años. En su lugar, se elige como segundo sencillo a “I’m Left, You’re Right, She’s Gone”, que ya había intentado Elvis Presley a inicios de su carrera. La canción toma un ritmo pegajoso en el que es inevitable mover el pie si se escucha el corte cómodamente sentado. Quizá por esto, un año más tarde llega al #21 de las listas. Luego, viene la joya de este disco (siempre escojo una “joya” en cada disco, no por su movimiento en las listas ni por su popularidad, sino por mi mero gusto musical): Una extendida “Honky Tonk Wine” que abre el segundo lado de maravilla, con un ritmo constante, buen dominio vocal y un contundente piano. Es el equilibrio perfecto que evita el suicidio de un deprimido corazón frente a sublimes cortes como “Falling To The Bottom” o “The Morning After Baby Left Me Down”.
En su totalidad, el disco se posicionó en las listas de los más vendidos (otra vez), aunque con menos impacto cultural que sus antecesores. Jerry Lee era ya una estrella country que vendía shows a reventar, aunque no incluyera material reciente en ellos y aquí es en donde se puede apreciar ese fenómeno. O si no queda claro, busquen la actuación del Killer llevada a cabo por esas fechas en el Grand Ole Opry donde mezcló, tocó y cantó lo que le vino en gana.
CANCIONES: 1. Sometimes a Memory Ain’t Enough 2. Ride Me Down Easy 3. Mama’s Hands 4. What My Woman Can’t Do 5. My Cricket and Me 6. I’m Left, You’re Right, She’s Gone 7. Honky Tonk Wine 8. Falling To The Bottom 9. I Think I Need To Pray 10. The Morning After Baby Left Me Down 11. Keep Me From Blowing Away.
CATÁLOGO: Jerry Lee Lewis. Sometimes a Memory Ain’t Enough. Cat. # SRM 1-677, Mercury Records. Formato: LP